El encuentro entre los dos principales exponentes del peronismo actual se dará luego de los reiterados reclamos públicos a Kicillof de parte de personas cercanas a Cristina por no haber acudido a su encuentro desde que fuera confirmada la sentencia por la Corte Suprema y se ordenará su reclusión domiciliaria.
Encuentro Cristina-Kicillof, efecto triunfalismo y mal momento de LLA
Si bien en el peronismo consideran que el encuentro debía haberse llevado a cabo antes del inicio de la campaña, en Casa Rosada tienen otra mirada. En el Gobierno nacional lo ven como un reflejo del triunfalismo que atraviesa a Fuerza Patria luego de la victoria por 13 puntos en los comicios bonaerenses.
Consideran también que el acercamiento entre Kicillof y Cristina Kirchner es fruto del mal momento que atraviesa La Libertad Avanza en las encuestas. La caída en la imagen positiva de la administración libertaria, sumado a la derrota en Provincia, fue moldeando el júbilo electoral del peronismo, momento que sus principales referentes intentarán aprovechar.
“Estamos en medio de una campaña electoral para las elecciones de octubre. Vamos a seguir trabajando para eso y tener todas las reuniones que correspondan en el marco de una boleta única que representa a todos los sectores. Pero cuando haya algo digno de comunicar, lo haremos”, dijo en las últimas horas el gobernador consultado sobre un encuentro.
En el peronismo le ponen especial atención a la inminente reunión ya que permitiría mostrar una foto de unidad en la antesala de lo que será la elección del 26 de octubre con la que Fuerza Patria espera reafirmar su lugar de principal fuerza de oposición al gobierno de Javier Milei en el Congreso de la Nación.
Además, se llevaría a cabo en medio de la polémica derivada del anuncio del secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, que anticipó que se encuentran negociando con el equipo económico de Nación para otorgar un auxilio financiero que se podría concretar en forma de un swap de monedas por una cifra de u$s20.000 millones. En el peronismo ya plantaron cara y advirtieron que la asistencia debería ser tratada por el Congreso.